En esta ocasión, les acerco trabajos que fueron presentados en mi último examen de la carrera del Profesorado en Artes Visuales en la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina. Para ello realicé un profundo estudio de reflexión, donde diferentes elementos simbólicos, representaran sensaciones y estados psíquicos personales, que podían o no tener alguna coincidencia, relación o semejanza con otras personas. La serie “CASAS- CAJITAS”, cuenta con doce objetos artísticos, de pequeño tamaño en su mayoría, con forma de casas. Cada una contenía objetos diferentes para representar emociones y sensaciones. Entre las representaciones, se encontraban los miedos y el poder reflexionarlos, la incertidumbre que genera el futuro, la capacidad de los sueños agradables y las pesadillas para generar ideas, las frustraciones, las conexiones mentales y los prejuicios que uno va generando ayudado por las tradiciones familiares, cartas y mensajes de familiares y amigos, etc. En el interior de cada casa, estos elementos de tamaño minúsculo, son representativos y simbólicos. Máscaras, una cama, una silla, un gato egipcio, escaleras cruzadas, espejos rotos, mensajes y escritos, una red tejida al crochet, etc. La descripción detallada de cada casa sería interminable, pero va con este texto imágenes que muestran cada una por dentro y por fuera. Esta serie fue acompañada por el siguiente texto: En ocasiones, tendemos a guardar y organizar cosas, elementos en cajas que quizás no tienen utilidad para nuestra cotidianeidad, pero fueron muy importantes en cierto momento, por lo que adquieren un alto grado significativo en nuestras vidas. Son cosas que pertenecen al ámbito de lo privado y que generalmente no se comparten o no se dan a conocer ante los demás; pertenecen a lo más íntimo de cada ser. Son objetos a los que recurrimos para recordar o evocar alguna situación especial, y que dejan siempre una sensación melancólica. En este sentido, se utilizan una serie de casas, que en forma simbólica representan justamente ese interior, de cierta manera frágil: esa parte que permanece oculta en una persona, al cobijo y resguardo de lo externo y que en este caso se descubre. Estas “Casas- Cajitas”, se transforman durante el proceso creativo, en una transición terapéutica. Donde se evocan ideas, pensamientos, sensaciones, vivencias, elementos simbólicos y representativos, que permiten una vía de liberación y de reflexión; porque tienen relación con aquello que yacía reprimido, escondido y se relacionan con momentos sensibles de la vida. Es un dejar ir aquello que nos pesa, que nos perturba o angustia. Durante este proceso expresivo y terapéutico de elaboración de hechos, hay una transformación, un cambio de conceptos en algo positivo, que permite el redescubrimiento y renovación de las conductas.

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